En la noche de Hoshaná Rabá, séptimo día de la festividad de Sucot, en el Templo Bención Mayo de la Comunidad Sefardí reflexionamos junto al público acerca de la importancia de generar un vínculo con Dios inspirados en las enseñanzas de la Torá, en este caso de Sucot, y no entregarse a ritos que no ordenó Dios como lo indica el libro de Debarim (13:1).

Dialogamos sobre la fe en la protección Divina que simbolizan la Sucá y las 4 especies y los otros 2 mandamientos, la Arabá y el Nisuj Hamaim (ceremonia de verter agua sobre el altar para pedir por las lluvias), que nos enseñan que Dios está con la naturaleza proveyéndonos y cuidándonos siempre. Ese debe ser el sentimiento que surge en Sucot en nuestros corazones, de felicidad y alegría por el amor que Dios tiene por nosotros.También evócamos la continuidad de la identidad del pueblo de Israel que fomentan las tres festividades, los Regalim (Pésaj, Shabuot y Sucot), en los cuales en pueblo se unía en el único Templo del mundo judío en aquel entonces, en Jerusalén.