Por el Gran Rabino Isaac Sacca

Ante la pandemia que el mundo enfrenta se suscitan situaciones de fragilidad que nos exponen a embaucadores videntes y cabalistas que vaticinan irrealidades con tal de adquirir algo de fama, poder o dinero. Aprovechan la sensibilidad psicológica que genera la pandemia, y así muchas personas les creen y caen en sus garras.

Esta problemática, de hecho, es una catástrofe desde antes de la pandemia. Hay una gran cantidad de aportes que, en lugar de destinarse a causas nobles, terminan en manos de los mencionados personajes inmorales que viven del engaño y la estafa a personas afligidas, vulnerables o desconocedoras.

Respecto a esta problemática, el líder máximo del mundo de las Ieshibot (academias rabínicas), el Rab Aharon Yehuda Leib Shteinman, se expresó antes de su fallecimiento, y al ser sus palabras tan acertadas, transcribo a continuación la carta que divulgó antes de morir.

“A nuestros amigos argentinos y de todo el mundo que tanto queremos, les ruego considerar esto y dejar de influenciarse por supersticiones y fantasías, y hacer el bien como Di-s manda, sin supersticiones que solo llevan al ser humano a la perdición. Di-s los bendiga”.

COMUNICADO SOBRE AQUELLAS PERSONAS QUE SE PRESENTAN COMO VIDENTES Y CABALISTAS, DE LA MÁXIMA AUTORIDAD RABÍNICA, EL RAB AHARON LEIB SHTEINMAN  Z”L 

En estos tiempos, en los que se profundiza cada vez más el debilitamiento progresivo moral, algunos oportunistas encontraron una brecha para presentarse ante la sociedad bajo el manto de cabalistas, cuando en su mayoría, o mejor dicho, en su totalidad, se trata de personas que nunca se instruyeron ni aprendieron la tradición en la convivencia con maestros serios.

Estas personas presumen conocer el pasado de quienes recurren a ellos y les vaticinan presagios sobre el futuro, y lamentablemente muchos inocentes son atraídos por sus supuestos poderes y su manipulación verbal.

Los más afectados son aquellos cuya situación personal o familiar atraviesa momentos difíciles. El hecho de que, actualmente, la fe esté frágil y todos quieran salir de la adversidad como sea, cueste lo que cueste, la situación se agrava y esas personas se vuelven más susceptibles a convencerse de cosas irreales.

Sucede que una gran parte de estos cabalistas, además de no contar con suficientes conocimientos de las enseñanzas de nuestra Torá, ni siquiera observan la Ley y sus mandamientos, y -Di-s nos libre- transgreden pecados de suma gravedad. E incluso quienes no llegan a tal punto de incumplimiento están distantes de poder ser considerados talmidé jajamim (Sabios de la Torá y temerosos de Dios) y personas de interés puramente espiritual; nada de lo que hacen es en pos del beneficio de sus seguidores, sino en aras de su ambición monetaria.

Alertamos a la comunidad porque, además de que las personas están siendo engañadas, se les está quitando injustamente su patrimonio.

Estos hechos generan que integrantes de nuestra colectividad reciban malas influencias de personas que pretenden representar el bien sin ser las indicadas para ello, cuando las consecuencias de este fenómeno constituyen una amenaza para el progreso de nuestra juventud e inclusive de los adultos. 

De modo que exhortamos a nuestros hermanos a alejarse de aquellos que se presentan a sí mismos como cabalistas, y se conduzcan de acuerdo a los sabios y eruditos temerosos de Di-s, cuya única guía es la Torá y sus preceptos, y que continúan enseñando nuestra milenaria tradición que se transmite de generación en generación sin incurrir en ningún tipo de artimañas.

Rezaré y daré mi bendición para que quien siga el camino trazado por los verdaderos talmidé jajamim -aquellos que se dedican al estudio de la Torá conforme a la Voluntad Divina- no le sobrevenga ningún mal ni ninguna desgracia, y para que aquellos que -Di-s no lo permita- están atravesando una desventura, sean redimidos de ella pronto; que tengan el mérito de ver a sus hijos y nietos dedicados al estudio de la Torá y al cumplimiento de sus preceptos con temor a Di-s, tal cual nos fue ordenado por Él, bendito sea Su Nombre.