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Rosh Hashaná: el cambio social empieza con cada persona

Por: Isaac Sacca

Gran Rabino sefardí de Argentina

El 1 y 2 del mes hebreo de Tishrí (este año 2023, desde la noche del viernes 15 de septiembre hasta la tarde del domingo 17 de septiembre), los judíos celebramos la finalización del año 5783 y el comienzo del año 5784. El cambio de ciclo es una oportunidad para el análisis, reflexión y evaluación de nuestra vida con el objetivo de corregir errores y mejorar nuestra conducta.
En hebreo, este proceso de análisis, reflexión y evaluación es denominado Teshubá, que significa literalmente “retorno”. Analicemos tres enseñanzas de este concepto milenario para aplicarlo en nuestras vidas.

Primero: la traducción más acertada es “retorno”, y no la traducción usual de “arrepentimiento”. El matiz es importante porque marca que la raíz del ser humano es buena, solo que con el tiempo se puede desviar de su origen de bondad y corromperse. La idea no es arrepentirse de lo que uno es, sino volver a ser lo que uno es. En esencia, el ser humano es noble, pero es propenso a cubrirse de vicios.

Segundo: la palabra “retorno” implica una acción, no solo una idea abstracta. La Teshubá no es un proceso puramente sentimental, sino también un cambio en las acciones que realizamos. No es posible cambiar la esencia solo con un pensamiento, hay que generar un cambio de conducta. Las emociones son inherentes a las acciones, las acciones generan cambios profundos en la personalidad. A diferencia de lo que algunos piensan, no es correcto decir que el que es bueno hace el bien, sino, por el contrario, que el que hace el bien se transforma en bueno. La personalidad no se adquiere con valores abstractos e ideológicos sino a través de hechos y actitudes concretas, que nos marcan a fuego en lo más íntimo de nuestro ser. El verdadero cambio empieza cuando dejamos de lado con acciones prácticas el egoísmo, la comodidad y el hedonismo y actuamos concretamente con valores altruistas, solidarios y atentos al bienestar del prójimo.

Tercero: todo retorno es inevitablemente un proceso que se hace de a poco. No siempre podemos cambiar todo de un plumazo toda nuestra personalidad. Por ello, lo ideal es focalizar la atención en determinados aspectos de nuestra vida. Si hemos detectado quince fallas, es posible que la magnitud de nuestros errores nos abrume. En vez de intentar atacar quince frentes a la vez, podemos comenzar con uno solo de esos frentes. Corregir una mala cualidad o una mala costumbre es mejor que no corregir ninguna. Un pequeño cambio puede generar el impulso para cambios mayores. No es fácil cambiar la conducta de un día para otro, pero cuando nos encontramos frente a un nuevo ciclo, un nuevo año, podemos por lo menos comenzar a reflexionar y mejorar poco a poco.

Cuarto: el retorno implica volver a un lugar de pertenencia: un grupo da un marco social. En otras palabras, se trata de volver a ser parte de la sociedad. El cambio no es solo individual sino también social: cambiar la mentalidad de la sociedad civil empieza con pequeños cambios en nuestra conducta individual.

El retorno hacia la propia esencia de bondad puede realizarse en cualquier momento. Rosh Hashaná nos invita a empezar el proceso de cambio. Ojalá aprovechemos esa oportunidad grandiosa y volvamos renovados, con fuerzas y estrategias claras para hacer el bien.


Fuente:https://www.valoresreligiosos.com.ar/Columnas/rosh-hashana-el-cambio-social-empieza-con-cada-persona-7