El Gran Rabino Isaac Sacca dictó un nuevo curso vía zoom organizado por el Programa de Estudios de Ibn Sefarad, una organización que promueve la cultura y Torá sefardí en México. Su misión es vigorizar y perpetuar la identidad, masoret y cultura sefaradí ancestral a través de la educación y cohesión comunitaria.

En el mes de junio de 2022 el Gran Rabino había disertado sobre «La influencia del lenguaje en nuestras vidas». 

En esta oportunidad el tema tratado fue «Experiencias de vida con los grandes Jajamim Sefardim».

“La generación anterior nos nutre como seres humanos y tendríamos que tener la sabiduría de ver con ojos humildes. Tendemos a despreciar a las generaciones anteriores por considerarlas anticuadas, cuando en realidad tenemos mucho para aprender de su personalidad y conocimiento”- destacó Sacca.

Durante la conferencia, el Rabino Sacca relató sobre la vida de diferentes sabios con los que tuvo el honor de interactuar, entre ellos su abuelo Isaac Antebi Sacca, hijo del Jajam Abraham Antebi Sacca Z”L, Superior Miembro de la comunidad judía siria en Jerusalén. Isaac era un estudioso de la Torá que se dedicaba al comercio y se destacaba por el respeto al prójimo, haciendo hincapié en no incomodar al otro ni presionarlo en el cumplimiento de los preceptos. 

Otro de los Sabios que mencionó es el Jajam Isaac Chehebar Z”L, director del Talmud Torá en Alepo a los 18 años, quien luego emigró a Argentina y se convirtió en el Gran Rabino de la Comunidad Sefardí Alpina de Buenos Aires. Era una luminaria de Israel. También tenía la delicadeza de tratar a cada uno de acuerdo a cómo era, sin imponer la religión ni sus ideas por la fuerza. Creaba un clima propicio para ser escuchado. Estableció un colegio con enseñanza académica de nivel y una Ieshibá. Focalizaba la atención en donde correspondía, para que la religión no pase por lo superficial.

“La sabiduría se adquiere con el estudio. El estudio nos permite saber qué es lo que realmente la Torá nos pide cumplir, ni más ni menos”- destacó el Rabino Sacca.

También resaltó las virtudes del Jajam Shalom Cohen, con quien el Rabino Sacca generó también un vínculo estrecho. Insistía en no creer en supersticiones, ni conjuros kabalísticos. Fomentaba una religiosidad basada en el sentido común.

Por último, el Rabino Sacca relató algunas de sus vivencias con el Rab Ovadia Yosef. Destacó especialmente cómo se involucraba en los asuntos del mundo. “Vivía en la tierra conectado con el cielo”, afirmó.

“Eran sabios amables, humildes, respetuosos de la cultura y la ciencia, con un respeto profundo por la comunidad, independientemente del cumplimiento personal de cada uno” – concluyó el Gran Rabino.