En Simjat Torá se festejaba en el templo con bailes y cantos la culminación de la lectura completa de la Torá. Esa lectura dura un año, y cuando se termina, se vuelve a empezar. 

En realidad, la fiesta que conmemora la entrega de la Torá es Shabuot, el 6 de Siván, pero en esa oportunidad no se baila, ni se canta, solo se conmemora.

¿Por qué no mostramos esta alegría y honor a la Torá en Shabuot, cuando esta nos fue entregada?

En Shabuot recibimos la Torá como un regalo. En Simjat Torá la hemos hecho propia y hemos descubierto su belleza y utilidad. Descubrimos al estudiar en detalle la Torá, qué buen obsequio nos fue dado.

Antes de leerla, solo agradecimos. Ahora que sabemos qué es, porque después de un año la estudiamos, nos alegramos del hermoso regalo que Dios nos dio.

Le damos honor y bailamos con alegría junto a la Torá, ya que ella es un manual de vida para nosotros, llena de enseñanzas y consejos. Mientras más la estudiamos, más comprendemos a Dios y más podemos acercarnos a Él, y esto nos llena de alegría.