algo7987

Las etiquetas engañan

A lo largo de toda su historia, la humanidad ha sido presa del instinto de sustituir lo esencial por lo superfluo. A veces cuando captamos algo sensorialmente, el impacto es tan intenso y potente que nos lleva a sentir que hemos llegado al trasfondo del asunto, que hemos accedido a la esencia.

Esta tendencia de confundir la etiqueta con el contenido es tan universal que es uno de los principales sesgos de los que se aprovechan los expertos en marketing para vender sus productos.

Hace unos meses, en todas las sedes y eventos de la organización Menora decidimos servir las botellas de bebidas sin sus etiquetas. Cada bebida es reconocible por la forma del envase y el color del líquido, pero quitamos la etiqueta. 

Queríamos transmitir que las etiquetas no hacen al contenido, pero descubrimos un efecto colateral muy interesante: el consumo de bebidas descendió abruptamente.

Si hay dos botellas exactamente iguales, una con etiqueta y otra sin etiqueta, la gente toma la botella etiquetada y se consume rápidamente pero la que está sin etiqueta muchas veces queda intacta.

Esto es fascinante: frente a exactamente el mismo contenido, la mayoría de las personas se dejan llevar por las apariencias y consumen el que tiene el envase más colorido y llamativo.

Fuente bíblica

En el capítulo 2 y 3 de Génesis, la Torá narra la creación del ser humano y la salida del Jardín del Edén, consecuencia de haber comido el árbol del conocimiento del bien y el mal. En Génesis 3:6, comentando los motivos de aquella acción, el versículo menciona: “Vio la mujer que era agradable el árbol para comer y que era tentador para los ojos y deseable el árbol para discernir, tomó de su fruto y comió. Dio también a su esposo, con ella, y comió”.

El mensaje

El gran error de la humanidad fue y es dejarse llevar por aquello que es agradable para comer, tentador para los ojos y deseable para discernir. Aquello que superficialmente pareciera ser verdadero. Aquello que atrae por la apariencia, independientemente de su contenido.

Esta es la lección que nos trae la Torá, y aquello que recordé con el episodio de las botellas sin etiqueta: las etiquetas pueden engañar, y las personas tenemos que buscar estrategias para que el instinto de seguir las apariencias no nos haga dejar de lado aquello que es intrínsecamente verdadero, bueno y noble.