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Comunicado sobre la actitud en los festejos de Purim: Respecto a la bebida y la conducta.

Los sabios nos enseñan[1] que Purim es una festividad con una santidad elevada, ya que la mayor espiritualidad es la que se consigue a través de la alegría. Por eso, ellos advierten no transformar la alegría en burla y falta de respeto, y actuar con cordura y buenos modales.

Esto implica la prohibición absoluta de comportarse inadecuadamente y embriagarse, despreciando así esta santa festividad y convirtiéndola en una especie de fiesta pagana.

La norma relacionada con la bebida en Purim consiste en tomar un poco más de lo usual, de acuerdo a cada individuo; pero está prohibido por la ley embriagarse, ya que es considerado como una actitud despreciable e indigna que perjudica la salud del alma y del cuerpo.

Asimismo, advertimos sobre la vergonzosa actitud de interrumpir la lectura de la Meguilá.

Los ruidos y gritos provocan que ninguno de los presentes pueda cumplir con la Misvá (precepto). Este comportamiento menosprecia los mandamientos y la Casa de Dios y está totalmente prohibido[2].

Convocamos también a los feligreses adultos que acuden al Bet Haknéset (sinagoga) a no asistir con disfraces y mantener un comportamiento de respeto y santidad honrando la festividad de Purim con alegría y respeto al Creador.


[1] Rabi Iosef Caro escribe en el libro Bet Iosef, Simán 695: “En el Séfer Orjot Jaim, Halajot Purim, Simán 35, dice que no hay pecado más peligroso que emborracharse, ya que conlleva a la promiscuidad, la agresión, el asesinato y a muchas otras faltas”. Así escriben también en los libros Iad Efraim, Sefat Emet sobre Meguilá, Col Bo, Ben Ish Jai, Ben Iehodaia sobre Meguila, Emek Beraja en nombre del Rab Israel Salanter, Sefer Ameorot de Rabi Meir Ameli y el Pele Ioez. Y otras decenas de sabios más, advierten sobre esta mala actitud de emborracharse cualquier día incluso Purim.

El Rambam advirtió también que “no hay conducta más impropia y deplorable en el ser humano que emborracharse”.

El Rabino Haim Iosef David Azulay, El Hida, escribió en el libro Leb David que: “Si el pueblo de Israel en lugar de dedicar el día de Purim a la burla y a la bebida, se comportara con santidad, dedicando la alegría al Eterno, y se ocupará de la Torá y las Misvot, llegaría a la redención eterna”.

[2] El Rishón Lesión, el Gran Rabino de Israel Meir Rafael Panigel, y el Rabino Abraham Palachi, Gran Rabino Sefardí de Izmir, entre otros tantos, condenaron con una anatema la actitud impropia difundida erróneamente en aquel entonces entre el vulgo de interrumpir la lectura de la Meguilá. (El libro Ben Iamin en el capítulo 1, transcribió todos los comunicados y advertencias de los tribunales y rabinos que condenaron la actitud). Y así escuche de la boca del Rishón Lesión Rabí Ovadia Yosef en cada Purim que está prohibido golpear e interrumpir la Meguilá y el que lo hace provoca que no se cumpla con la Misva y Gadol Avonó (es grande su transgresión).