\u00bfPor qu\u00e9 seguimos llorando la p\u00e9rdida del Bet Hamikdash (Gran Templo de Jerusal\u00e9n)? \u00bfQu\u00e9 ten\u00eda de especial y \u00fanico ese lugar tan sagrado? <\/p>\n\n\n\n
Para comprender este asunto, es preciso considerar y ponderar una cuesti\u00f3n. La revelaci\u00f3n de la Tor\u00e1 al pueblo de Israel trajo consigo una revoluci\u00f3n en el pensamiento humano: la idea de humanidad. <\/p>\n\n\n\n
Hasta ese momento, cada grupo nacional, \u00e9tnico o religioso se consideraba a s\u00ed mismo como el \u00fanico realmente valioso: solamente los integrantes de la propia tribu eran humanos, y el resto eran seres inferiores, cuya vida val\u00eda poco y nada. En la concepci\u00f3n pagana de la Antig\u00fcedad, aquellos que no formaban parte del mismo grupo eran inhumanos, tratados como ganado o esclavizados. <\/p>\n\n\n\n
La Tor\u00e1 rompi\u00f3 con esa concepci\u00f3n pagana y trajo al mundo una idea novedosa y progresiva: la humanidad. Para la Tor\u00e1, todos los miembros de la familia humana somos personas con derechos y obligaciones, parte de un mismo colectivo. Aquel que no forma parte de mi tribu no es un enemigo ni un adversario sino un hermano al que le debo respeto y consideraci\u00f3n. <\/p>\n\n\n\n
El Bet Hamikdash era un centro espiritual que sintetizaba esta idea revolucionaria de la Tor\u00e1: un lugar de reuni\u00f3n y encuentro de toda la humanidad bajo el amparo de Dios. All\u00ed eran recibidas las personas, sin importar su estatus nacional o religioso. Todos ten\u00edan su lugar. <\/p>\n\n\n\n
Esta idea alcanz\u00f3 su punto c\u00falmine en la \u00e9poca del Segundo Bet Hamikdash, cuando – en momentos de auge del Imperio romano- el juda\u00edsmo se transform\u00f3 en una religi\u00f3n con simpatizantes a lo largo y ancho de todo el Imperio. En aquella \u00e9poca, millones de personas se acercaban al Bet Hamikdash a presenciar el sublime rito que se realizaba all\u00ed y participar de \u00e9l, con el objetivo de vincularse con Dios. <\/p>\n\n\n\n
Sin embargo, los seres humanos tendemos a ser ego\u00edstas e individualistas. Enfatizamos las diferencias y nos enfocamos en los defectos del pr\u00f3jimo. Cuando esas tendencias se profundizan, aumenta la distancia entre las personas y comienzan los conflictos. Entonces la idea de humanidad se diluye en un mar de peleas y enfrentamientos. Aparecen los dogm\u00e1ticos, la violencia y el odio. <\/p>\n\n\n\n
Cuando el Bet Hamikdash fomenta la separaci\u00f3n y la divisi\u00f3n en vez de la uni\u00f3n, su existencia no tiene sentido. Sin una humanidad unificada bajo ideales morales, el Bet Hamikdash ya no tiene raz\u00f3n de ser, porque ya no puede cumplir su funci\u00f3n de ser un faro para todas las personas. <\/p>\n\n\n\n
Hay solo una forma de reconstruir el Bet Hamikdash: fomentar la paz y el respeto de todos los pueblos, naciones, etnias, religiones, culturas y g\u00e9neros. Renovar el compromiso con la humanidad como un todo es el \u00fanico camino para recuperar aquello que hace tan sagrado al Bet Hamikdash.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"