Según el calendario hebreo, hay cuatro años nuevos, para distintos propósitos. De acuerdo a la opinión de la escuela de Hilel,Tu BiShbat es el año nuevo de los árboles (Mishná, Rosh Hashaná 1:1). Esto es algo más bien técnico, relacionado con la cuenta de los diezmos: es el día que se utiliza como límite para contar cuántos años tiene el fruto de un árbol y, de esta manera, saber si a un determinado fruto le corresponde un tipo de diezmo u otro.

También hay una costumbre popular (no obligatoria) de comer los siete frutos de la tierra de Israel (trigo, cebada, uva, higo, granada, aceituna y dátil).

También podemos aprovechar esta oportunidad para reflexionar sobre el cuidado del ambiente. Tal como plantea la Torá al contar la creación del ser humano, tenemos una misión: trabajar y cuidar el ambiente (Génesis 2:15). Preservar la creación Divina es un esfuerzo conjunto. Es momento de buscar formas de vincularnos de manera sustentable con el ambiente, teniendo en cuenta a las futuras generaciones. No es nuestra tarea terminar el trabajo, pero tampoco somos libres de abandonarla (Pirké Abot 2:16).

El tiempo apremia. Dios nos convoca a un cambio. “Si yo no soy para mí, ¿quién está para mí? Pero si soy solo para mí, ¿qué soy? Y si no es ahora, ¿cuándo?” (Pirké Abot 1:14). Dejemos de actuar de manera egoísta; pensemos en el prójimo y en las futuras generaciones. Actuemos ya. El daño ambiental existe y solo nosotros podemos frenarlo.